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Preguntes Frecuentes

Diabetis y periodontitis

El riesgo de sufrir diabetes y la posibilidad de controlarla de forma satisfactoria están muy relacionados con la salud bucodental y, en particular, con la salud periodontal. Existe una evidencia científica y clínica que vincula la diabetes con las enfermedades de las encías, y viceversa: no sólo las personas con diabetes tienen más riesgo de sufrir periodontitis, sino que la periodontitis puede iniciar o aumentar la resistencia a la insulina de una modo similar a cómo lo hace la obesidad; de hecho, la presencia de problemas en las encías puede ayudar a identificar precozmente la presencia de esta enfermedad metabólica.

 

Si padezco diabetes, ¿qué necesito saber sobre la salud de mis encías?

La salud de sus encías es fundamental para el buen control de su diabetes.

Por su parte, el buen control de su diabetes es crucial para garantizar el éxito del tratamiento periodontal.

 

La diabetes aumenta la susceptibilidad a la acción de las bacterias que están en el origen de las patologías periodontales.

El diabético tiene tres veces más riesgo de padecer enfermedades en las encías y éstas pueden requerir más tiempo para controlarse, lo que hace más probable la pérdida del hueso que soporta el diente.

La periodontitis es más severa con una diabetes mal controlada.

Las infecciones periodontales en el paciente diabético pueden provocar infecciones graves.

 

La Sociedad Española de Diabetes recomienda:

Mantener los niveles de glucemia cerca de la normalidad.

Autoexplorar la boca con especial atención a la salud de las encías: sangrado, mal aliento, inflamación, absceso, movilidad dentaria.

Cepillar los dientes tres veces al día y mantener limpia cualquier tipo de prótesis dental.

Acudir al profesional dental dos veces al año y siempre que surja algún problema (en las encías, en los dientes o cualquier lesión que pueda estar relacionada con la prótesis dental), y limpiarse los dientes.

Evitar el tabaco.

Tabaco y enfermedad periodontal

El daño que provoca el tabaco en la salud bucodental va más allá del conocido efecto de manchar los dientes y generar halitosis. Su verdadera y mayor amenaza es silenciosa y no se ve.

 

El tabaquismo está estrechamente relacionado con la enfermedad periodontal, provoca la pérdida de piezas dentales, y es, junto a el alcohol, el causante principal del cáncer oral; además, es uno de los factores responsables del fracaso de los implantes dentales.

 

Los fumadores no sólo sufren tres veces más riesgo de sufrir periodontitis sino que la enfermedad periodontal suele estar enmascarada, al ser menos frecuente y patente un de los principales signos de alarma que lleva a muchas personas a la consulta dental: el sangrado de las encías. En estos pacientes, las encías pueden parecer no inflamadas a pesar de estar enfermas, aunque es habitual una mayor formación de cálculo o sarro y la aparición de tinciones o manchas.

 

La respuesta del fumador al tratamiento periodontal básico (raspado y alisado radicular) y avanzado (cirugía periodontal) es inferior a la del paciente no fumador. De hecho, la mayoría de los pacientes que no responden adecuadamente a la terapia periodontal son fumadores.

Hipersensibilidad dental

Aproximadamente una de cada cuatro personas adultas sufre hipersensibilidad dental.

 

Es especialmente frecuente entre los adultos de 25-45 años, aunque puede presentarse a cualquier edad.
Se caracteriza por un dolor agudo de corta duración como respuesta exagerada a estímulos táctiles, térmicos (frío, calor) o químicos (diferentes ácidos en comidas y bebidas).

 

Algunas personas presentan un mayor riesgo de sufrir hipersensibilidad dental; entre ellas, las que cepillan vigorosamente sus dientes, aquellos con recesión gingival, las que se encuentran en tratamiento periodontal o los individuos con problemas periodontales o exposiciones anormales de los cuellos de los dientes.
Sencillas acciones pueden ayudar a evitar su aparición, por ejemplo, la eliminación de productos de naturaleza ácida en la dieta, el uso de cepillos dentales con filamentos suaves y pastas dentífricas no abrasivas.

 

Como opciones terapéuticas, desde hace muchos años se han empleado diferentes sustancias, introducidas en pastas dentales, geles, lavados y sprays. Por lo general los tratamientos con más éxito son los que contienen en su composición sales de potasio, sobre todo nitrato potásico.

Enfermedades periodontales y salud general

En los últimos años se ha realizado un gran esfuerzo científico, investigador y clínico para tratar de demostrar la fuerte vinculación bidireccional entre la salud salud y la del resto del cuerpo.
Enfermedades cardiovasculares:

  • Cardiólogos y odontostomatólogos coinciden en asegurar que las enfermedades que afectan a las encías (especialmente las infecciones periodontales) son un factor de riesgo para sufrir episodios coronarios, algunos tan graves como el infarto de miocardio.< /li>
  • En las enfermedades periodontales se libera en la sangre una gran cantidad de mediadores inflamatorios que pueden depositarse en varios órganos del cuerpo humano. La presencia de determinados factores inflamatorios en las arterias coronarias es capaz de romper la placa de ateroma, se obstruye la arteria y se desencadenal infarto.
  • Los patógenos bacterianos que proceden de la placa bacteriana situada en la parte inferior de la encía, así como la respuesta que generan, están directamente implicados en el desarrollo de la lesión ateroesclerótica y, con ello, con un aumento del riesgo de < strong>problemas vasculares.
  • Se estima que hasta un 35% de los casos de endocarditis infecciosa están provocados por bacterias que proceden de la cavidad bucal, producto de la presencia de gingivitis, periodontitis o lesiones pulpares por caries.

Parte prematuro:

  • La presencia de algunos trastornos periodontales en la madre gestante puede provocar importantes consecuencias en la evolución del embarazo, en su plazo de término e incluso en el feto (bajo peso al nacer). Se ha estimado que las mujeres embarazadas con periodontitis podrían tener casi el doble de riesgo de sufrir un parte prematuro (antes de las 37 semanas) .
  • Cuando existe una infección periodontal crónica se segregan una serie de sustancias muy similares a las que produce naturalmente el organismo de la mujer para provocar el parto, esto ayudaría a explicar esta relación entre enfermedad periodontal i parte prematuro.
  • Además, el embarazo favorece la incidencia y gravedad de la gingivitis (casi un 70% de las mujeres embarazadas experimentan este trastorno durante el período de gestación), e influye negativamente en la progresión de la periodontitis
  • Por todo ello, como principal recomendación, los periodoncistas aconsejan a las mujeres en edad de embarazo y, más aún en las que tienen previsto tener un hijo, extremen las medidas de prevención de la enfermedad periodontal. Sobre todo porque se ha comprobado que el tratamiento periodontal en la embarazada no se asocia con la aparición de ningún efecto adverso.

Artritis reumatoide:

  • La inflamación de las encías y la artritis reumatoide pueden guardar una estrecha relación. Varias investigaciones revelan que la presencia de artritis reumatoide eleva el riesgo de sufrir periodontitis y, de hecho, los pacientes con esta enfermedad tienen una mayor prevalencia de periodontitis que aquellos sin artritis . Pero no sólo eso, también se ha evidenciado que existe una relación directa entre la gravedad de la enfermedad periodontal y la severidad de la artritis.
  • Ambas tienen fases de remisión y exacerbación, en las dos se produce una destrucción ósea y se eleva el riesgo de padecer una enfermedad vascular. El exceso de inflamación es también un rasgo característico de ambas enfermedades.
  • El proceso patológico similar entre la periodontitis y la artritis no parece casual: la forma en que se produce la destrucción, tanto de los tejidos que rodean el diente como de las articulaciones, es muy similar, por lo que se especula que comparten mecanismos patogénicos comunes. Incluso se ha comprobado que algunas estrategias terapéuticas podrían beneficiar a ambas enfermedades.
  • Una buena salud periodontal es especialmente aconsejable en estos pacientes con artritis reumatoide.

Síndrome de Down:

  • Casi el 100% de pacientes con Síndrome de Down han desarrollado periodontitis antes de los 30 años de edad.
  • La aparición de enfermedad periodontal se observa ya en niños pequeños, incluso con dientes de leche.
  • Los dientes que primero se afectan son los incisivos inferiores, por lo que estos suelen ser los primeros dientes que se pierden. Esta precoz aparición de problemas en las encías se debe a alteraciones en los leucocitos y en los linfocitos inherentes al síndrome, que los hacen más susceptibles a las infecciones bacterianas de la boca .
  • Es importante conseguir un correcto cepillado dental y, en muchas ocasiones, deberemos recurrir a cepillos eléctricos para conseguir un buen control de la placa bacteriana.

Síndrome metabólico:

  • La OMS considera que una persona sufre unos Síndrome Metabólico cuando presenta al menos tres de los cinco criterios siguientes: glucemia elevada, presión arterial elevada, fracción HDL del colesterol disminuida, triglicéridos elevados y obesidad abdominal.
  • La proteína IL-17 ejerce un papel esencial en el mecanismo inflamatorio implicado en el desarrollo de la enfermedad periodontal: este mediador, que se activa cuando existe un exceso de grasa, actúa sobre determinadas proteínas óseas favoreciendo la pérdida del hueso que soporta el diente. A su vez, el tejido adiposo produce citocinas, lo que hace que estos pacientes sean más propensos a experimentar condiciones inflamatorias.
  • Un estilo de vida saludable se basa en tres pilares igualmente importantes: práctica regular de ejercicio físico, alimentación equilibrada y descanso emocional y físico reparadores. A estas pautas se le deben unir, indispensablemente, los cuidados bucodentales.

Periodontitis y enfermedad pulmonar obstructiva crónica:

  • La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una patología respiratoria poco reversible caracterizada por una limitación crónica y progresiva al flujo aéreo, asociada principalmente al humo del tabaco. Clínicamente detectamos dificultad respiratoria y tos crónica, acompañada o no de expectoración.
  • Nuevas evidencias confirman lo que ya se intuía hace años: una deficiente salud bucodental guarda una estrecha relación con la presencia o reactivación de algunas enfermedades respiratorias y aumenta las posibilidades de aparición de patologías como ahora neumonía, bronquitis o exacerbaciones de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
  • Las infecciones respiratorias crónicas se asocian con una elevada morbilidad y mortalidad. En España hay más de dos millones de personas afectadas por MPOC, si bien el 73% lo desconoce y no está diagnosticado ni tratado. Las infecciones respiratorias crónicas se asocian con una elevada morbilidad y mortalidad. En España hay más de dos millones de personas afectadas por MPOC, si bien el 73% lo desconoce y no está diagnosticado ni tratado.
  • En los últimos años se ha detectado un aumento en la incidencia de estas patologías y se han relacionado con la presencia de microorganismos, que tienen el reservorio o punto de ubicación se asienta en la cavidad bucal y, de allí, se propagan a otras partes del cuerpo. Varios estudios clínicos sugieren un incremento del riesgo de neumonía y de bronquitis en los pacientes con mala salud bucodental.
  • El papel del equipo odontológico en la prevención y manejo de las complicaciones respiratorias asociadas a la mala salud bucodental es importante ya que para conseguir mejorar la calidad de vida de estos pacientes, se necesita un buen tratamiento de las encías. En concreto deben reforzarse las instrucciones de higiene oral del paciente, el control de las enfermedades provocadas por el uso de varios fármacos (caries, candidiasis) y programar regularmente sus visitas de < strong>mantenimiento periodontal para prevenir futuras patologías bucodentales.

Quimioterápia / radioterápia y salud bucal

Habitualmente, el tratamiento del cáncer se basa en la administración de quimioterapia, radioterapia y/o cirugía, dependiendo del tipo de tumor y su fase de desarrollo. Muchos son los beneficios que se derivan de estas terapias, pero también es frecuente la aparición de efectos secundarios locales y sistémicos.
A nivel bucal, son cuatro los tipos de trastornos que puede ocasionar la quimioterapia, desde la aparición de la llamada mucositis oral ulcerativa y el aumento de riesgo de infecciones. >, pasando por la alteración o pérdida de gusto y hasta la sequedad bucal.
Por su parte, la radioterapia puede dañar directa y permanentemente el tejido de la boca, las glándulas salivales y el hueso. Los pacientes sometidos a esta terapia pueden desarrollar trastornos bucales como la mucositis, siendo también más frecuente la aparición de caries múltiples y periodontitis. La disminución de secreción salival y la xerostomía o Síndrome de boca seca son los efectos más graves a largo plazo.
¿Qué hacer antes de la quimioterapia/radioterapia?
Es fundamental acudir al dentista al menos un mes antes del inicio del tratamiento, visita que permite minimizar la aparición de complicaciones bucales y sistémicas. Junto con la realización de una historia médica minuciosa y una exhaustiva exploración bucodental clínica y radiográfica, deberán tratarse las infecciones bucodentales presentes y se aconseja la extracción de dientes con pronóstico cuestionable y dientes impactados; además, se recomienda eliminar prótesis removibles en mal estado y brackets de ortodoncia.
¿Qué hacer durante la quimioterapia/radioterapia?
Siempre que sea posible, el tratamiento dental debe posponerse hasta el final del tratamiento oncológico.
¿Qué hacer una vez terminada la quimioterapia/radioterapia?
Mantener con salud dientes y encías, tratando los efectos secundarios bucales del cáncer a largo plazo. Se debe evitar el uso de prótesis completas o removibles hasta después de un año de finalizar el tratamiento oncológico y esperar dos años para colocar implantes si se ha recibido radioterapia. No se recomienda realizar ninguna intervención odontológica agresiva hasta pasados ​​6 meses desde la finalización de la quimioterapia o un año de la radioterapia.

Salud bucal en la mujer embarazada

El embarazo destaca por ser el periodo en el que se producen los mayores cambios hormonales fisiológicos en la vida de una mujer.  Una de las áreas del organismo más afectadas por dichos cambios es la boca. Las variaciones hormonales son capaces de inducir cambios en la respuesta de los tejidos periodontales. El principal efecto observado es un aumento de la inflamación gingival sin que existan cambios en la cantidad de placa bacteriana presente. Además del embarazo, otras condiciones hormonales  que potencialmente pueden exacerbar la inflamación gingival son la pubertad, el ciclo menstrual y el consumo de anticonceptivos orales.

Numerosos estudios confirman que durante el embarazo puede producirse un empeoramiento de la salud periodontal, aunque el mecanismo etiológico exacto es desconocido. Sin embargo, se han propuesto cuatro líneas etiopatogénicas  principales, teniendo en cuenta que probablemente se trate de un fenómeno de naturaleza multifactorial.

 

Cambios vasculares

Potencialmente, los efectos de estrógenos y progestágenos sobre el sistema vascular gingival podrían localmente explicar el incremento del edema, eritema, exudado crevicular gingival y sangrado observado durante el embarazo. El aumento de la tasa de fluido crevicular gingival ha sido correlacionado con el incremento en los niveles de  hormonas sexuales, lo cual indica que las hormonas sexuales son capaces de afectar a la permeabilidad vascular.

 

Cambios celulares

A nivel oral, los estrógenos han demostrado la capacidad de estimular la proliferación epitelial e incrementar la queratinización sobre la mucosa oral y el epitelio gingival.

En resumen, la evidencia disponible sugiere que las hormonas sexuales contribuyen en los procesos de mantenimiento y reparación del tejido gingival. En consecuencia, esta interacción puede potencialmente contribuir al incremento de la inflamación durante el embarazo.

 

Cambios inmunológicos

Según la hipótesis inmunológica, los cambios sistémicos desarrollados en el sistema inmunitario para permitir la tolerancia fetal repercuten en cambios en el sistema defensivo de los tejidos periodontales. De esta manera, se produce una alteración en la resistencia del periodonto ante la agresión bacteriana e incrementa por consiguiente la inflamación gingival.

La susceptibilidad a las infecciones incrementa durante el período de gestación

 

Cambios microbiológicos

El incremento de hormonas sexuales característico del embarazo promueve el sobrecrecimiento de  especies periodontopatógenas, aumentando por consiguiente la inflamación gingival.  La exposición de hormonas sexuales es responsable de provocar cambios en los tejidos gingivales, transformándolos en un ambiente más propicio para el sobrecrecimiento bacteriano. Entre estos factores se incluyen el incremento de las profundidades de sondaje incremento del exudado crevicular gingival, disminución de la queratinización del margen gingival y reducción de la respuesta inmunológica.

 

Gingivitis del embarazo

Durante el embarazo, se ha descrito un incremento en la severidad y prevalencia de la gingivitis. Se trata de la alteración oral más frecuente durante la gestación. El embarazo en sí mismo no causa gingivitis, sino que agrava cuadros inflamatorios pre-existentes la gingivitis del embarazo está inducida por placa bacteriana y modificada por los cambios en los niveles de hormonas sexuales esteroideas características de la gestación.

Los estudios cifran una prevalencia de gingivitis del embarazo entre el  38%

 

Los signos clínicos asociados son:

  • Presencia de placa en el margen gingival.
  • Pronunciada respuesta inflamatoria gingival.
  • Establecimiento durante el embarazo (2º o 3º trimestre)
  • Cambios en el color gingival.
  • Cambios en el contorno gingival.
  • Incremento del exudado gingival.
  • Sangrado al sondaje.
  • Incremento de las profundidades de sondaje.
  • Ausencia de pérdida de inserción.
  • Ausencia de pérdida ósea.
  • Reversible tras el parto.

La forma de presentación puede variar desde inflamación gingival leve en el 50% de las gestantes, el 32-55% gingivitis moderada y el 6.6% de casos con gingivitis severa.

Se observa un aumento de la inflamación gingival, con un pico máximo en el segundo y tercer trimestre.

Granuloma gravídico o épulis del embarazo

El granuloma gravídico es un crecimiento exofítico de base pedunculada que pueden cursar con sintomatología dolorosa y se localizan principalmente en el sector anterior del maxilar superior. Las lesiones son de crecimiento rápido y  fácil sangrado.

 

Caries

Durante el embarazo se ha observado un empeoramiento de caries pre-existentes por los siguientes factores:

  • cambios en los hábitos dietéticos.
  • Los estrógenos modifican las peroxidasas salivares, que son activas frente a diversos microorganismos.
  • Cambios en los hábitos de higiene oral, que puede verse dificultada por las náuseas.
  • Los vómitos, frecuentes en el primer trimestre del embarazo, favorecen por la acidez la desmineralización del diente.

 

Tratamientos odontológicos

  • Se debe dar tratamiento de urgencia apropiado durante todo el período del embarazo, según requiera la condición presentada.
  • La mujer embarazada no debe presentar cuadros infecciosos en la cavidad oral.
  • Se debe incluir un plan de prevención, tratamiento y mantenimiento de la salud oral durante todo el embarazo
  • Se pueden realizar procedimientos rutinarios de odontología conservadora para la realización de obturaciones y tratamiento de conductos.
  • Las radiografías dentales pueden realizarse de forma segura con la protección adecuada (delantal plomado y protección tiroidea).
  • En resumen, los estudios indican que el tratamiento dental apropiado realizado durante el embarazo es seguro tanto para la madre y el feto.
  • Consultar con los obstetras y profesionales de la atención prenatal cuando se considere necesario.

 

¿Cuándo es el momento ideal para tratar a la mujer embarazada?

Durante el primer trimestre es relevante aportar medidas preventivas.

Durante este trimestre las nauseas y vómitos suelen ser frecuentes. El empleo diario de un colutorio fluorado puede minimizar la desmineralización del esmalte.

 

Razones por las cuales el tratamiento debe realizarse en el segundo trimestre:

  • En el segundo trimestre ha terminado la organogénesis y además hay menos riesgo de aborto espontaneo.
  • La mujer tendrá menos nauseas
  • Es más cómoda la postura en el sillón dental, ya que según aumenta el tamaño del útero, puede haber compresión de las venas aorta y cava en posición supina, originando el síndrome hipotensivo en decúbito supino, más frecuente en el tercer trimestre del embarazo.

 

¿Qué debemos hacer si la mujer embarazada tiene gingivitis?

Además del asesoramiento en cuanto a salud oral, la atención profesional odontológica tendrá como objetivo la remoción de placa y cálculo de las superficies dentales. Es importante señalar que todas las medidas preventivas, diagnósticas y terapéuticas son seguras y efectivas para mejorar y mantener la salud oral.

Debe realizarse una reevaluación de la eficacia de la intervención y monitorización frecuente y mantenida durante el embarazo.

 

¿Qué debemos hacer si la mujer embarazada tiene periodontitis?

Además del asesoramiento en cuanto a salud oral, la atención profesional adicional tendrá como objetivo reducir el biofilm supra- y subgingival mediante terapia estándar periodontal.

Tanto la terapia no quirúrgica periodontal (raspado y alisado radicular) como las extracciones son seguras durante el embarazo, especialmente si se realizan durante el segundo trimestre de la gestación. Deben evitarse las intervenciones traumáticas extensas (cirugía periodontal).

Una vez instaurada la salud periodontal, la monitorización debe de ser frecuente e individualizada y el estado periodontal mantenido a lo largo del embarazo.

¿Qué debemos hacer si la mujer embarazada presenta épulis del embarazo?

En caso de presentar agrandamiento gingival localizado (épulis), su escisión quirúrgica debe posponerse hasta el postparto. Se instaurarán medidas de control de placa (instrucciones de higienes oral y remoción de placa profesional) durante el embarazo y se reevaluará la lesión tras el parto.

 

En el empleo de fármacos para uso odontológico se recomienda:

  • Valorar la situación riesgo-beneficio para la madre y embrión – feto. La mayoría de fármacos atraviesan la placenta y pueden actuar sobre el embarazo desde el mismo momento de la concepción hasta el parto.
  • Es preferible utilizar fármacos eficaces que hayan sido empleados durante mucho tiempo, en lugar de fármacos nuevos.
  • Se debe tener en cuenta el momento del embarazo, pues algunos fármacos solo son nocivos en determinados periodos de tiempo.
  • En relación con el uso de antibióticos sistémicos:

Se pueden emplear: amoxicilina, amoxicilina/clavulánico, azitromicina, clindamicina, gentamicina, eritromicina, claritromicina,penicilina, cefazolina, cefotaxima, ceftriaxona,cefuroxima axetilo, cefixima, cefoxitina y aztreonan.

  • En relación con el uso de analgésicos y antiinflamatorios:

 

Se pueden emplear: Paracetamol y metamizol.

Se deben evitar en el primer trimestre de gestación y a partir de la semana 33-34 (pueden provocar el cierre precoz del ductus arteriosus): Ibuprofeno, ketoprofeno,diclofenaco, piroxicam, ácido acetil salicílico y naproxeno. En caso de utilización en el segundo trimestre, el tiempo de uso no debe exceder las 48-72 horas.

Los corticoides se deben evitar durante el primer trimestre de gestación. En el segundo y tercer trimestre podría emplearse la prednisolona y la prednisona.

  • En relación con el uso de anestésicos locales:

 

Lidocaína. Sólo debe utilizarse en el embarazo si es claramente necesario.

Lidocaína con epinefrina, mepivacaína, mepivacaína con epinefrina, articaína con epinefrina y bupivacaína. Sólo debe administrarse en el embarazo si el beneficio justifica el riesgo potencial.

El uso de anestésicos locales con epinefrina debe evitarse en la medida de lo posible

  • En relación con uso de antisépticos: Se puede emplear: chlorexidina, cloruro de cetilpiridinio y xilitol.

 

Los antimicrobianos empleados no deben incluir alcohol en su composición.

Está contraindicado el uso de povidona yodada.

Limpiar las prótesis sobre implantes

El tratamiento con implantes dentales es una de las opciones más demandadas hoy en día para sustituir de forma fija los dientes perdidos y se muestran como una terapia eficaz y segura. Pero no está exenta de ciertas amenazas.
Al contrario de lo que se asume popularmente, y de forma similar con lo que ocurre con los dientes, es necesario limpiarlos diariamente y de forma adecuada. Las correctas medidas higiénicas previenen las enfermedades periimplantarias, que se caracterizan por la presencia de ‘inflamación y/o infección de los tejidos que rodean el implante , alteración que puede desembocar en su pérdida completa.
En las últimas reuniones de expertos europeos en la prevención de enfermedades periimplantarias, se estimó que 22 de cada 100 personas sufrían infección de sus implantes dentales y que 43 de cada 100 experimentarían una inflamación. El signo más importante de que la evidencia es el sangrado, paso previo a la infección.
Ante este creciente problema de salud, la mejor opción pasa por la prevención.

Prevención del cáncer oral

El cáncer oral es uno de los diez tipos de tumores más frecuentes en todo el mundo. Se diagnostican cerca de 300.000 nuevos casos al año y su mortalidad anual se aproxima a las 150.000 personas. Sin embargo, sencillas medidas preventivas pueden evitar su aparición o mitigar sus consecuencias.
10 factores de riesgo para el cáncer oral

  • El tabaco, en cualquiera de sus formatos y presentaciones, es la causa más frecuente de cáncer oral. Los fumadores tienen de cinco a diez veces más posibilidades de desarrollar un cáncer oral y aumentan el riesgo según el número de cigarrillos consumidos al día y el tiempo de duración del hábito.
  • El riesgo de cáncer aumenta con el número de bebidas alcohólicas consumidas diarias (se dobla el riesgo si el consumo supera la ingestión de 3-4 bebidas alcohólicas diarias y es cinco veces más frecuente si se superan las cinco diarias).
  • La combinación de tabaco y alcohol multiplica el peligro: el riesgo de cáncer oral es 2-3 veces mayor en personas que fuman y beben alcohol que en aquellas que sólo fuman o beben alcohol.< /li>
  • Los antecedentes personales de cáncer de cabeza y cuello aumentan el riesgo de cáncer oral.
  • Los malos hábitos dietéticos y de ejercicio: sobrepeso, vida sedentaria y deficiencias en la dieta pueden favorecer un mayor riesgo de cáncer oral.
  • Factores genéticos.
  • La infección por el virus del papiloma humano (VPH) aumenta el riesgo de cáncer de orofaringe (transmisión sexual).
  • Bajo nivel socioeconómico.
  • Trauma crónico en el revestimiento de la boca por dientes afilados, restauraciones deficientes y dentaduras postizas mal ajustadas (las dentaduras deben levantarse por la noche, lavarse y enjuagar a diario).
  • La exposición a la luz ultravioleta por períodos largos de tiempo no sólo aumenta las posibilidades de desarrollar un cáncer de piel, sino que también incrementa el riesgo de que aparezca un cáncer de labios.

7 factores protectores frente al cáncer oral

  • Cambiar de estilo de vida, practicando ejercicio regular. Alimentarse de manera sana, potenciando el consumo de frutas y verduras.
  • Abandonar el hábito tabáquico: dejar de fumar reduce al 50% el riesgo de cáncer oral. A los veinte años de dejar de fumar, el riesgo de cáncer bucal es igual al que tiene cualquier fumador.
  • Limitar el consumo de alcohol: a lo sumo, consumir una bebida alcohólica al día.
  • Vacunarse contra el virus del papiloma humano.
  • Tener una buena higiene oral y sexual.
  • Limitar la exposición a la luz ultravioleta: evitar la exposición solar al mediodía, llevar sombrero y cremas protectoras solares y labiales.

Estrés y enfermedad periodontal

El estrés es un estado de tensión aguda del organismo obligado a reaccionar, para defenderse, ante una situación de amenaza o una agresión de cualquier tipo (infecciosa, traumática, psicológica, tóxica).
El cortisol es una hormona liberada en situaciones de estrés. Aunque los efectos inmediatos de estas hormonas pueden ser beneficiosos en situaciones de estrés agudo, su liberación durante largos periodos de tiempo puede provocar serios problemas en el organismo, como hipertensión, alteración del sistema inmunológico o periodontitis.
Un reciente estudio encontró una relación entre niveles elevados de cortisol en la saliva (un marcador de estrés) y una mayor tendencia a sufrir periodontitis, aunque no se conocen los mecanismos exactos de ésta comprobación.
Pero, además de las secuencias  endocrinas que pueden relacionar el estrés con la periodontitis, existen otros mecanismos que conectan estos dos procesos.
Por un lado, el paciente con estrés deja de lado el buen control de la higiene oral; además, suele modificar su conducta alimentaria, aumentando el consumo de hidratos de carbono refinados y grasas: y si es fumador, suele consumir mayor número de cigarrillos como consecuencia del propio estrés.
Por otra parte, en personas con un alto nivel de estrés se producen alteraciones en la microcirculación de la encía, lo que reduce el aporte de nutrientes a los tejidos. También experimentan cambios en la composición y cantidad de saliva, lo que puede afectar negativamente. Y se altera la respuesta del organismo frente a las bacterias generándose una mayor destrucción de los tejidos que rodean a las encías tras periodos de estrés crónico.
Por el contrario, algunas investigaciones sugieren que el yoga y la meditación pueden reducir las citoquinas proinflamatorias y mejorar la respuesta inmune, factor positivo para prevenir las enfermedades de las encías.
Para prevenir la enfermedad periodontal evita o controla tu nivel de estrés.

Ortodoncia y enfermedad periodontal

Las enfermedades periodontales son patologías muy frecuentes en la población adulta que  se caracterizan por afectar a los tejidos de soporte que rodean los dientes. En la boca, el efecto más tangible, y verdadero punto final de la enfermedad, es la pérdida de dientes, que puede conllevar problemas estéticos y funcionales muy importantes.
El objetivo principal de los profesionales de la odontología, y más concretamente de la periodoncia, es mantener todo lo posible los dientes naturales y no extraerlos.
Para llevar a cabo rehabilitaciones integrales, es indispensable elaborar un plan de tratamiento donde las diferentes áreas de la odontología (conservadora, periodoncia, ortodoncia y prótesis) interactúen para obtener el mejor resultado posible.
Una de las principales complicaciones de la enfermedad periodontal es la migración dental; se traduce en malposiciones dentarias, abanicamiento de piezas anteriores y extrusiones dentarias
Esta falta de alineamiento de los dientes puede dar lugar a la aparición de espacios no higienizables en la boca que impidan el acceso del cepillo de dientes y, por lo tanto, que provoque una mayor acumulación de placa bacteriana responsable de una futura pérdida ósea.
En estos casos, el tratamiento de ortodoncia permite colocar los dientes en una posición ideal para la correcta higiene dental que es un factor muy importante en el mantenimiento a largo plazo de los dientes, ya que reduce el riesgo de recaídas o de empeoramiento de la situación periodontal del paciente.
Cuando un paciente que padece periodontitis lleva a cabo un tratamiento de ortodoncia está indicada la terapia periodontal antes, durante y después de la aparatología para conseguir un resultado estable en el tiempo. Sí, la ortodoncia es un tratamiento seguro en pacientes periodontalmente estables.
Por el contrario, si iniciamos el tratamiento de ortodoncia y la enfermedad periodontal está activa (bien por falta de tratamiento periodontal previo bien por inadecuado protocolo de mantenimiento) detectamos una mayor destrucción de tejido periodontal lo que implica la pérdida de los tejidos que sostienen al diente y un mayor riesgo de pérdida dental.
En cualquier caso, para obtener el beneficio de la ortodoncia es necesario que se cumpla una premisa: antes de iniciar un tratamiento de ortodoncia se debe evaluar la salud de las encías del paciente para identificar posibles signos de enfermedad.
Se deben tratar adecuadamente aquellos problemas periodontales presentes e instaurar las medidas de prevención secundaria, tanto por parte del paciente (técnicas de higiene en casa) como por parte del profesional (con la realización de terapia de mantenimiento periodontal de forma periódica).
La higiene dental en pacientes que están sujetos a un tratamiento ortodóntico no es sencilla, pero eso no resta su importancia y limita su obligatoriedad. Además de la presencia de espacios entre los dientes, el paciente ortodóntico tiene que hacer frente a brackets y alambres adheridos a la superficie de los dientes, todo lo cual dificulta el acceso a la higiene dental diaria.
Colocar los dientes en una posición adecuada mediante la ortodoncia va a contribuir al mantenimiento a largo plazo de las piezas dentales afectadas por enfermedad periodontal.

Periodontitis, enfermedad cardiovascular

La enfermedad cardiovascular ateroesclerótica, más conocida como aterosclerosis, se caracteriza por la formación de placas de ateroma (compuestas principalmente por lípidos y células inflamatorias) en las arterias del organismo. Se trata de una enfermedad con una base inflamatoria, y esta es una característica que comparte con muchas otras enfermedades, entre ellas la periodontitis.
La periodontitis es una enfermedad inflamatoria crónica de las encías producida por una infección de la placa o biofilm dental, cuyas bacterias se diseminan por el periodonto (conjunto de tejidos circundantes a los dientes) y lo destruyen.
Sin embargo, parece que la relación entre ambas patologías va mucho más  allá del hecho de compartir, como otras muchas, una base inflamatoria crónica. Se ha propuesto que la infección periodontal, vía bacteriemia, puede diseminarse por los vasos sanguíneos y generar inflamación vascular, predisponiendo al paciente a la formación y maduración de placas de ateroma. Es decir, que la periodontitis es un factor de riesgo en la enfermedad cardiovascular ateroesclerótica.
Esta afirmación, inicialmente controvertida, ha sido respaldada por varios artículos de revisión en los que se han analizado diversos estudios de observación, revisión sistemática, meta-análisis y ensayos clínicos llegando a la conclusión que existe una asociación  entre la periodontitis y el desarrollo de la enfermedad cardiovascular.
Cabe preguntarse de que forma una enfermedad oral como la periodontitis puede incrementar el riesgo de una enfermedad cardiovascular ateroesclerótica. En éste sentido, se han propuesto varios mecanismos específicos para dicha relación, entre los cuales se incluyen los siguientes:

  • Efecto bacteriano directo sobre las plaquetas: las bacterias periodontopatógenas provocarían un aumento de la agregación plaquetaria, que contribuye a la formación de trombosis en las placas de ateroma.
  • Respuestas autoinmunes entre bacterias periodontopatógenas y células vasculares: las células vasculares presentarían una reacción inmune a algunas de las bacterias presentes en la periodontitis, y dicha respuesta contribuiría al desarrollo de la ateroesclerosis.
  • Invasión de periodontopatógenos en las células endoteliales y macrófagos: algunas bacterias implicadas en la periodontitis tienen la capacidad de invadir células endoteliales, donde activan diversos mecanismos que favorecen la invasión y la ruptura de una placa de ateroma.
  • Efectos de tipo endocrino de mediadores proinflamatorios: la periodontitis produce una respuesta inflamatoria que aumenta la presencia de mediadores pro-inflamatorios en el torrente sanguíneo: algunos de estos mediadores están involucrados en reacciones que favorecen el desarrollo de aterosclerosis.

En la actualidad, la relación entre periodontitis y la enfermedad cardiovascular aterosclerótica está ampliamente aceptada. La Sociedad Europea de Cardiología afirma que la periodontitis se asocia con disfunción endotelial, ateroesclerosis y un aumento del riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular, y que la periodontitis puede considerarse un indicador de riesgo de una mala salud cardiovascular y debería tratarse al tiempo que se tratan los factores de riesgo cardiovascular subyacentes.
La Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración y la Sociedad Española de Cardiología se han unido para tratar de dar más énfasis en la vinculación que existe entre las enfermedades periodontales y las cardiovasculares, así como para conocer si esite una relación causal directa. Han elaborado el manual sobre Patología Periodontal y Cardiovascular: su interrelación e implicaciones para la salud, que pretende erigirse en referencia para especialistas y médicos de Atención Primaria españoles, donde se destaca que el cuidado de la salud periodontal puede ayudar a preservar la sakud cardiovascular.
A la vista de estos hechos, el cuidado de la salud bucal, especialmente la periodontal, debería ser una prioridad no sólo para los ciudadanos, sino también para los sistemas de salud e incluso para los gobiernos, ya no sólo por sus beneficios directos (prevención de enfermedades orales) sino también por los indirectos (prevención de enfermedades cardíacas, que llevan asociadas una morbilidad y mortalidad considerables, además de unos costes sanitarios muy elevados).

Controversias Frecuentes

Tengo la boca sana, ya que es normal que la encía sangre y no me duele nada

Una encía sana no debe sangrar. El sangrado es de los pocos signos que avisan de que una encía está enferma. Si aparece el dolor es ya signo inequívoco de la existencia de una patología más importante y laboriosa de tratar. Las enfermedades de la encía no suelen causar dolor y pueden pasar inadvertidas, detectándolas habitualmente cuando se ha producido una pérdida ósea extensa e irrecuperable.

El mal aliento está relacionado con problemas de estómago

La halitosis o mal aliento se origina en un 85-90% de las veces en la cavidad oral. El mal olor procede del metabolismo de las bacterias anaerobias que hay en la boca; éstas son capaces de degradar proteínas procedentes de las propias células de nuestro organismo o de otras bacterias y de nuestra dieta, produciendo compuestos sulfurados volátiles. Una higiene oral deficiente, especialmente entre los dientes, enfermedades en las encías como lagingivitis y la periodontitis, y la presencia excesiva de sustratos en la lengua son las causas más habituales de halitosis.

¿Qué debo hacer si tomo bifosfonatos y necesito cirugía bucal?

La ocupación farmacológica de bifosfonatos es un tratamiento habitual para prevenir las fracturas óseas de origen osteoporótico. El porcentaje de complicaciones sobre todo en el tratamiento implantológico es muy bajo. La complicación más grave es la osteonecrosis o muerte de los elementos del hueso por falta de riego sanguíneo. Dado que esta circunstancia clínica es infrecuente, debemos tomar las precauciones establecidas ante el consumo de estos fármacos. Se recomienda la suspensión del bifosfonato unos meses antes de la intervención para colocar un implante y su continuación unos meses después, la prescripción de antibioticoterapia después de la misma y la adopción de medidas antisépticas locales que limiten la posibilidad de infección.

El que passa a la boca es queda a la boca?

Las consecuencias de la salud bucal no se restringen a la cavidad oral. En boca hay millones de bacterias; la inflamación o infección crónica de las encías producida por estas bacterias tiene repercusiones a nivel general pasando al resto del organismo a través del torrente sanguíneo. Los pacientes con periodontitis tienen mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, pulmonares o diabetes, y en los embarazos triplica el riesgo de sufrir partes prematuros.

Los cepillos duros y los aclarados fuertes limpian mejor.

Mayoritariamente se acepta que los cepillos duros son más efectivos para eliminar la placa bacteriana y las manchas de los dientes, pero esto no es necesariamente cierto. En realidad, el cepillado con un cepillo de cerdas duras o el cepillado brusco o traumático producen desgaste en el esmalte y retracción en las encías, acciones que dejan expuesta la raíz de la pieza dental. Se puede obtener un cepillado eficaz con cepillos de consistencia suave o media. Tampoco es del todo cierto que un enjuague bucal fuerte o con mucho alcohol sea indispensable para la salud de las encías; de hecho, los enjuagues con alto contenido en alcohol pueden producir sequedad de los tejidos orales al modificar la cantidad y calidad de la saliva.

Lo que mejor me va son los palillos después de las comidas

El uso de palillos que no estén específicamente diseñados para limpiar la placa bacteriana entre los dientes, no es aconsejable, ya que con ellos se puede producir una lesión en el espacio que existe entre los dientes , ocupado por la papila, por lo que se infringe un trauma repetitivo que debe evitarse. La seda dental, (si no hay espacio justo entre los dientes) o el cepillo interproximal (si entre los dientes hay suficiente espacio) son las opciones más recomendadas para sustituir definitivamente la función de los palillos. Eso sí, hay palillos dentales específicamente diseñados para lahigiene interdental, con eficacia demostrada en el control de placa interdental y en la inflamación gingival .

Si se tiene piorrea, se pierden todos los dientes.

La enfermedad periodontal, conocida vulgarmente como piorrea, provoca la pérdida de hueso alrededor de los dientes. Sin el tratamiento adecuado, los dientes comienzan a moverse y se pierden, pero actualmente el tratamiento de la periodontitis es altamente eficaz, y se puede facilitar el mantenimiento de los dientes durante toda la vida en la mayor parte de casos.

El tabaco tan sólo mancha los dientes

El tabaco es un factor de riesgo para sufrir una enfermedad periodontal. Los fumadores tienen tres veces más riesgo de sufrir y periodontitis y que su enfermedad progrese más rápidamente y responda peor al tratamiento, hasta llegar a provocar la pérdida de piezas dentales. Junto al alcohol, es el principal causante del cáncer oral:, además, es uno de los principales agentes relacionado con el fracaso de implantes. También, el efecto de constricción de los vasos sanguíneos que produce el tabaco evita el sangrado gingival, acción que reduce la presencia en los fumadores de uno de los principales signos de alarma y, por tanto, se dificulta , en estos casos, el diagnóstico de las enfermedades periodontales.

No puedo tener las encías enfermas… me cepillo tres veces al día

La eficacia de la lucha contra las enfermedades periodontales no está directamente y únicamente ligada al tipo de cepillo ni al número de veces que cepillamos nuestros dientes, sino que también depende del grado de motivación, el acceso a localizaciones difíciles, el tiempo empleado ; ya condicionantes genéticos y ambientales.

Con la edad es normal que se pierdan dientes

La pérdida dental no es inherente a la edad del paciente, es decir, no por ser grande o envejecer debemos estar desdentados. Si se realiza una higiene dental e interdental correcta y se acude al dentista con regularidad, probablemente podremos sonreír y comer a gusto, aún en edades avanzadas.

Cada embarazo, un diente

La sabiduría popular advierte que cada embarazo cuesta un diente. Pero si la mujer embarazada toma sencillas precauciones para su cuidado dental, esto no debería suceder. En realidad, la pérdida de dientes que se ha atribuido al embarazo se debía a la presencia de caries que, obviamente, están ya presentes antes del embarazo. Es el sangrado de las encías lo que lleva a la mujer al dentista durante el embarazo y es entonces cuando se detectan las caries que ya estaban presentes, y lo que, en algunos casos, hace necesaria la extracción de los dientes afectados.

El cepillo eléctrico estropea las encías y los dientes

El uso inadecuado del cepillo eléctrico puede producir abrasión en los dientes y retracción en las encías, pero no como consecuencia directa del mareo cepillo sino fundamentalmente de la técnica empleada, por el uso de pastas dentífricas abrasivas o por el tipo de cerdas (especialmente las duras ). Una posición correcta durante un tiempo suficiente en cada diente optimiza su resultado.

Estoy embarazada y me sangran las encías, ¿puedo tratarme?

La enfermedad periodontal durante el embarazo se puede y debe tratarse. El tratamiento periodontal no tiene efectos adversos ni en la madre ni en el feto; por el contrario, sufrir periodontitis y no recibir tratamiento previo en el embarazo triplica el riesgo de sufrir un parto prematuro. Es ideal que previamente al embarazo se realice una visita al dentista o periodontista para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de las encías, ya que beneficiará a la madre y al feto.

Los cepillos interdentales aumentan los espacios entre mis dientes

Los cepillos no consiguen eliminar la placa bacteriana en los espacios interproximales con la suficiente eficacia, por lo que resultan de utilidad los cepillos interproximales cuando los espacios entre dientes son amplios. Es importante utilizar un tamaño de cepillo interdental de acuerdo con el espacio que cepillará. El uso adecuado de estos sistemas no aumenta los espacios; por el contrario, permite la eliminación de las bacterias de las superficies laterales en los dientes y evita la progresión de la enfermedad., la destrucción del hueso y, por tanto, el aumento de estos espacios.

Errores en el cepillado manual

No elegir el cepillo dental adecuado para tu boca

Aunque a día de hoy existe una amplia variedad de cepillos dentales en el mercado, es importante saber elegir el modelo que mejor se ajuste a nuestra situación y se adapte al tamaño de nuestra boca, independientemente de que el cepillo sea manual o eléctrico. Se recomiendan cepillos con cabezal más pequeño, ya que nos ayuda a limpiar zonas de difícil acceso, como los molares.

Cepillarse con demasiada fuerza

Un cepillado vigoroso puede ser perjudicial para el esmalte de tus dientes y encías. La abrasión del esmalte desgasta y reprocha la encía del cuello del diente, en consecuencia, puede acabar mostrando su raíz y volviendo hipersensible esta zona. No se realiza una mejor limpieza al utilizar más fuerza, sino al aplicar una mejor técnica de cepillado.

Utilizar un cepillo de cerdas demasiado duras

Se recomienda cepillos de cerdas de dureza blanda o media, nunca duras ni rígidas porque pueden erosionar el esmalte, irritar las encías y causar su recesión.

No cepillarse con la frecuencia y el tiempo necesarios para eliminar de forma correcta la placa bacteriana dental

Debemos cepillar 2-3 veces al día (tampoco más de tres) durante 2-3 minutos, que es el tiempo suficiente para limpiar todos los dientes. Cada cuarto de la boca debe cepillarse unos treinta segundos (en total dos minutos toda la boca). Hay que cepillarse por la mañana, antes de acostarse y después de la comida del mediodía.

Utilizar una técnica de cepillado incorrecta

El cepillado debe realizarse con un “movimiento de barrido” vertical de encía a diente (de arriba abajo en dientes superiores y de abajo arriba en los inferiores) con las cerdas a 45 grados de la superficie dentaria. Nunca en dirección horizontal. Se debe cepillar la parte delantera de los dientes que es la más visible, pero igual de importante es cepillarse por dentro y la parte oclusal por la que masticamos, de forma circular. Cepillate mirando al espejo.

No llevar un orden a la hora de cepillarse

Empiece por la parte más lejana (los molares del lado derecho) y cepille todo el arco por delante, y para, seguidamente, pasar a la parte del paladar y, finalmente, bajar a la otra arcada. No olvide el cepillado por dentro de los dientes y el oclusal. (zona donde se mastica).

No cambiar el cepillo

Cambiar el cepillo de dientes cada tres meses o cuando estén las cerdas en mal estado o estén desgastadas/deformadas.

Cepillar enseguida después de ingerir alimentos ácidos

Si tomas alimentos ácidos como bebidas energéticas, sodas, zumos… estás atacando el esmalte de tus dientes, pero en condiciones normales la saliva lo repara. Por eso, se recomienda no cepillarse los dientes inmediatamente después y dejar pasar al menos media hora para que la saliva neutralice el ácido.

No limpiar ni secar el cepillo dental

Una vez cepillados los dientes, el cepillo debe limpiarse bajo el chorro de agua, sacudir el exceso de agua y dejarlo secar en el aire o bien secarlo (si no es así, la humedad permitirá que se desarrollen hongos o bacterias).

Olvidar cepillar la lengua

Debemos eliminar las bacterias que se acumulan en la superficie lingual y que son responsables de la halitosis. Tenemos a nuestra disposición limpiadores linguales de plástico que desplazaremos por el dorso lingual para eliminar los restos acumulados de placa bacteriana.

Forzar el paso de hilo dental y no utilizar una técnica adecuada

Sostenga el hilo entre las dos manos y deslícelo suavemente por los espacios interdentales hasta que llegue a la encía. Entonces se curva el hilo en forma de C (como abrazando el diente), se introduce unos milímetros por debajo de la encía y se realizan movimientos hacia los lados de cada diente para limpiar la placa bacteriana. Después de utilizar el hilo dental debes secarte la boca para eliminar cualquier resto. Utilice el hilo de seda una vez al día.

No utilizar un cepillo interdental del tamaño adecuado para su espacio

El cepillo interdental debe pasarse justo rodeando el espacio interdental (sin que pase demasiado holgado) para que lo limpie adecuadamente.

Mitos

Los tratamientos de mantenimiento me desgastan los dientes

Muchos creen que el cráneo o el codo son las estructuras más duras del cuerpo humano pero, a pesar de la clara consistencia que presentan, la parte más dura del cuerpo es el “armazón” que recubre el diente, es decir, el esmalte dentario. El diente es la parte del organismo más resistente y dura. Las actuaciones profesionales de limpieza y tratamiento de las enfermedades de las encías no perjudican ni dañan su estructura. Las fases básica y quirúrgica son muy eficaces para controlar las bacterias y lograr la salud periodontal, pero los microorganismos tienden a recolonizar la bolsa periodontal desde otros reservorios o localizaciones bucales en pocos meses y, si no se actúa de forma adecuada, la enfermedad reaparecerá. Los mantenimientos periodontales son indispensables para el paciente con periodontitis, puesto que es necesario eliminar los depósitos de placa bacteriana y cálculo con periodicidad y regularidad para evitar la recaída y progresión de la enfermedad. Es una etapa fundamental del tratamiento y la única manera de conseguir el control de la enfermedad periodontal a largo plazo. Este tratamiento continuado no tiene repercusión, ni produce desgaste del diente; en cambio sí existen algunas prácticas o hábitos que tienen implicaciones para la salud de los dientes a largo plazo como: cepillarte los dientes con mucha fuerza o con un cepillo de cerdas duras, morder los lápices o las uñas, beber refrescos (gaseosas, sodas), usar los dientes como herramienta para abrir botellas o romper cosas extremadamente duras…. Recuerda: El diente es la parte del organismo más resistente y dura.

Los implantes de titanio se pueden rechazar

Los implantes dentales están fabricados de titanio quirúrgico, material que es absolutamente biocompatible y que tiene la capacidad de integrarse en el hueso, siendo muy bien tolerado por los tejidos blandos. No es un material nuevo; de hecho, se viene usando desde hace varias décadas en Medicina en forma de válvulas cardíacas, placas, tornillos y prótesis. El titanio es un metal que no ha demostrado  reacción tóxica ni irritativa sobre los tejidos vivos, es decir, que el organismo no lo reconoce como extraño. Si bien es cierto que pueden producirse fracasos en la oseointegración (proceso por el cual el implante se fija al hueso), éstos suelen ser escasos y están  habitualmente relacionados con infecciones, condiciones biológicas de la zona operada o el exceso de carga o fuerza no adecuada. También puede haber complicaciones por problemas de salud del paciente, pero no existe un rechazo como tal. De todas formas si un implante fracasa (por el motivo que sea), una vez retirado y transcurrido el periodo de curación de los tejidos, puede ser reemplazado y tener una oseointegración exitosa. Recuerda: El titanio es un metal que no ha demostrado ninguna reacción tóxica, ni irritativa sobre los tejidos vivos.

No es piorrea, es periodontitis

De forma coloquial se utiliza el término piorrea para referirse a las enfermedades que afectan al tejido de soporte de los dientes. Es un término usado comúnmente entre la población, pero es más correcto y recomendable sustituir éste por el término periodontitis, que es el empleado por los profesionales de la odontología y que alude a una infección/inflamación profunda de la encía y el resto de tejidos que sujetan el diente. Recuerda: Destierra el término piorrea; es mejor hablar de periodontitis, que en su fase inicial y todavía reversible, se llama gingivitis.

Cuanta más espuma hace el dentífrico, más limpia

La mayoría de las pastas dentales contienen en su formulación básica espumantes, junto a otros productos (agentes abrasivos, humectantes, aglutinantes, saborizantes y conservantes). Las pastas dentífricas usadas para el tratamiento o prevención de problemas bucales incorporan, además, ingredientes activos para tratamientos específicos antibacterianos y preventivos de la caries. La función de estas sustancias es la de proporcionar una agradable sensación en la boca durante su uso. Los agentes espumantes más utilizados son: lauril sulfato sódico, N-lauroil sarcosinato sódico, ricinoleato sódico y sulforicinoleato sódico. Pero lo que realmente asegurar una limpieza adecuada de los dientes y elimina la placa bacteriana es el uso adecuado y eficaz del cepillo. La efectividad en la higiene bucal no depende tanto del agente espumante, sino de otros componentes que se incorporan en la pasta y, sobre todo, de la técnica empleada. Si usamos mucha pasta y poco tiempo de cepillado, no necesariamente tendremos salud, mientras que poca pasta y mucho tiempo de cepillado si va a tener beneficios para la salud de nuestros dientes y nuestras encías. La duración del cepillado y el método empleado son claves para una buena limpieza. Recuerda: Lo que realmente limpia los dientes y elimina la placa bacteriana es el uso adecuado y eficaz del cepillo durante el tiempo necesario y una correcta técnica.

El tratamiento periodontal no sirve para nada porque voy a perder los dientes igual que mis padres

Es una afirmación falsa. Aunque esta frase se utiliza habitualmente, suele proceder de personas que no acuden regularmente al dentista y demuestran poca predisposición a cuidar su salud bucal, bien, por cuestiones económicas o por falta de información. Las enfermedades periodontales provocan pérdida de hueso alrededor de los dientes. Si bien es cierto que, sin el tratamiento adecuado, los dientes comienzan a moverse y se pierden, es importante saber que el tratamiento de la periodontitis es altamente eficaz, manteniendo los dientes en la mayor parte de los casos. Se puede, por tanto, evitar la pérdida ósea y en algunos casos, incluso, regenerar parte del hueso perdido con técnicas regenerativas. Recuerda: Está comprobado que el tratamiento de la periodontitis es altamente predecible y fiable. Logra mantener, en la mayor parte de los casos, los dientes naturales sobre los tejidos vivos.

El colutorio… cuanto más pica, más cura

Muchas personas creen que un enjuague bucal fuerte o con mucho alcohol es mejor para la salud de las encías. Los enjuagues con un alto contenido en alcohol no son necesariamente más eficaces y pueden producir sequedad de los tejidos orales, al modificar la cantidad y calidad de la saliva. El uso adicional de estos productos colaboran en la higiene oral, pero nunca sustituyen al cepillado. Los enjuagues por sí solos, en ausencia de cepillado o con un cepillado rápido, no tienen efecto o eficacia suficiente para el control de la placa bacteriana. Si su dentista o especialista creen necesario el uso de un colutorio, le recomendarán uno adecuado a sus necesidades individuales. Es conveniente que dispongan de evidencia científica, como garantiza el sello SEPA. Recuerda: Los enjuagues con un alto contenido en alcohol no son necesariamente más eficaces.

La halitosis es por problemas digestivos

El mal aliento de origen digestivo es menos frecuente de lo que se piensa. En realidad, la halitosis, o mal aliento, se origina en un 85-90 % de las veces en la cavidad oral. El mal olor procede del efecto de las bacterias anaerobias que hay en la boca, que son capaces de degradar productos de la alimentación (produciéndose compuestos sulfurados). Una higiene bucal deficiente, la existencia de enfermedades periodontales, la acumulación de bacterias y la putrefacción de restos de comida son, entre otros, factores de riesgo para causar halitosis. El origen lingual de la halitosis es el más frecuente en caso de ausencia de enfermedad en las encías; por eso, es necesario también cepillar la lengua. Así que si estás preocupado por tu halitosis, antes de pensar en visitar a distintos especialistas médicos, te recomendamos una evaluación del estado periodontal por parte del dentista. Recuerda: El mal aliento tiene su origen, en casi un 90% de los casos, en una mala salud periodontal.

Las limpiezas periódicas de boca sustituyen el tratamiento periodontal

Las limpiezas periódicas no sustituyen el tratamiento periodontal, ya que el tratamiento periodontal no es solamente una limpieza de boca, sino una actuación médica individualizada según la situación de cada paciente en un momento concreto. El periodoncista, como dentista especializado con la formación adecuada para establecer las indicaciones de tratamiento para cada paciente, instaurará el protocolo más idóneo, supervisará la evolución y las necesidades especificas, que puedan ser aplicadas también por el dentista general. No solamente es importante la eliminación de los depósitos de placa y cálculo, sino el control de la enfermedad que supone, una valoración frecuente por el facultativo de cada localización alrededor de los dientes, detectando así la presencia de inflamación, sangrado y progresión. Una vez estabilizada la patología, además, será necesario establecer con qué frecuencia se debe realizar el mantenimiento que se definirá para cada caso también, de forma particular; suele oscilar entre una visita cada 3 o 6 meses, en función de una serie de factores individuales como: el grado de enfermedad, los factores de riesgo asociados como diabetes y tabaco, entre otros, y la eficacia en las tareas de higiene oral. Recuerda: Las limpiezas periódicas no sustituyen el tratamiento periodontal, que aporta otra serie de beneficios adicionales

Ya me cepillaré por la mañana…

 Al dormir se produce menos saliva, y el movimiento de nuestra lengua, mejillas y labios es menor. Esta situación favorece el crecimiento de las bacterias causantes de la caries y de las enfermedades de las encías. La saliva es un componente natural de nuestro cuerpo que tiene la función de regular el pH y neutralizar los ácidos generados por la fermentación de los alimentos; es decir, que la saliva protege nuestros dientes gracias a productos como la lisozima, que es antimicrobiana, las inmunoglobulinas y proteínas como la muramidasa y la lactoferrina. La saliva defiende la cavidad oral de la infección bacteriana y ayuda a la remineralización dentaria, gracias a su contenido en calcio y fosfatos. Desde que nos acostamos hasta el día siguiente, tras el desayuno, pueden transcurrir más de 10 horas; como consecuencia de la disminución de producción de saliva durante la noche, nuestra boca está más desprotegida y las bacterias puedenadherirse más fácilmente a nuestros dientes. Por ello, es absolutamente necesario limpiar cada diente meticulosamente antes de dormir. Recuerda: Si hay algún cepillado dental que no debes dejar pasar es que se hace antes de dormir.

Mascar un chicle puede sustituir la higiene bucal

Tanto comer alimentos crujientes (frutas y verduras) como mascar chicle favorece la autolimpieza dental por su acción mecánica. Sin embargo, la acción de mascar lo que en realidad favorece es que produce un efecto de arrastre y un aumento de la salivación, que son acciones muy beneficiosas para la salud bucal. La acción de mascar chicle contribuye a la eliminación de la placa en más del 50% del índice inicial y duplica el flujo de saliva. Masticar chicle es un fuerte estímulo para la secreción de bicarbonato sódico en la saliva; esto eleva el pH en la placa, neutralizando los ácidos y favoreciendo la mineralización del esmalte de los dientes. Sin embargo, se puede lograr lo mismo comiendo un trozo de queso duro al final de las comidas: también estimula el flujo de saliva, y aporta calcio, caseína y fosfato de hierro. Desde luego, la ventaja del chicle es que resulta práctico. Sin embargo, no se pueden generalizar estos beneficios que se derivan del hecho de masticar chicle y, menos aún, considerar que esta acción sustituye a otras acciones básicas que componen la higiene bucal diaria. Recuerda: Mascar chicle o comer ciertos alimentos, como frutas y verduras, aporta beneficios para la salud bucal, pero no sustituye al cepillado dental.

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